El verdadero buscador crece y aprende, y descubre que siempre es el principal responsable de lo que sucede.
Porque nadie puede saber por ti. Nadie puede crecer por ti. Nadie puede buscar por ti. Nadie puede hacer por ti lo que tú mismo debes hacer. La existencia no admite representantes.
El verdadero amor no es otra cosa que el deseo inevitable de ayudar al otro para que sea quien es.
No hay que morir por el otro, sino vivir para disfrutar juntos.
No somos responsables de las emociones, pero sí de lo que hacemos con las emociones.
Sólo si me siento valioso por ser como soy, puedo aceptarme, puedo ser auténtico, puedo ser verdadero.
La felicidad es la certeza de no sentirse perdido.
El amor es el regocijo por la sola existencia del otro.
Porque nadie puede saber por ti. Nadie puede crecer por ti. Nadie puede buscar por ti. Nadie puede hacer por ti lo que tú mismo debes hacer. La existencia no admite representantes.
El verdadero amor no es otra cosa que el deseo inevitable de ayudar al otro para que sea quien es.
No hay que morir por el otro, sino vivir para disfrutar juntos.
No somos responsables de las emociones, pero sí de lo que hacemos con las emociones.
Sólo si me siento valioso por ser como soy, puedo aceptarme, puedo ser auténtico, puedo ser verdadero.
La felicidad es la certeza de no sentirse perdido.
El amor es el regocijo por la sola existencia del otro.
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