viernes, febrero 24, 2006

Darse Cuenta - Cuentos para Pensar de Jorge Bucay

Este cuento lo he sacado de un libro de Jorge Bucay (psicoterapeuta) que está dentro de uno de sus libros: Cuentos para Pensar.
Me gustó mucho. Más que nada porque transmite un mensaje que tengo que aprender, y sin embargo no consigo llevarlo a cabo y caigo una y otra vez.....

Me levanto por la mañana. Salgo de mi casa. Hay un socavón en la acera. No lo veo y me caigo en él.

Al día siguiente salgo de mi casa, me olvido de que hay un socavón en la acera, y me vuelvo a caer en él.

Al tercer día salgo de mi casa tratando de acordarme que hay un socavón en la acera. Sin embargo, no lo recuerdo y caigo en él.

Al cuarto día salgo de mi casa tratando de acordarme del socavón en la acera. Lo recuerdo y, a pesar de eso, no veo el pozo y caigo en él.

Al quinto día salgo de mi casa. Recuerdo que tengo que tener presente el socavón en la acera y camino mirando al suelo. Y lo veo y, a pesar de verlo, caigo en él.

Al sexto día salgo de mi casa. Recuerdo el socavón en la acera. Voy buscándolo con la mirada. Lo veo, intento saltarlo, pero caigo en él.

Al séptimo día salgo de mi casa. Veo el socavón. Tomo carrerilla, salto, rozo con la punta de mis pies el borde del otro lado, pero no es suficiente y caigo en él.

Al octavo día, salgo de mi casa, veo el socavón, tomo carrerilla, salto ¡llego al otro lado!. Me siento orgulloso de haberlo conseguido que lo celebro dando saltos de alegría....Y, al hacerlo, caigo otra vez en el pozo.

Al noveno día, salgo de casa, veo el socavón, tomo carrerilla, lo salto y sigo mi camino.

Al décimo día, justo hoy, me doy cuenta de que és más cómodo caminar......por la acera de enfrente.

3 comentarios:

hack de man dijo...

Muy bueno... y cierto. El ser humano no es el único ser capaz de tropezar dos veces con la misma piedra, es capaz de tropezar dos y tropocientas mil veces más, le darán la solución, y seguirá tropezando...

la gata dijo...

Totalmente de acuerdo. La especie umana puede llegar a tropezar de n a infinito veces en la puñetera misma piedra. Creo que soy un buen ejemplo. Como en el cuento, es cuestión de no obcecarse en seguir un camino. Dar un rodeo o cambiar de dirección es mucho más fácil, aunque lo complicado es verlo...

ana aydillo dijo...

Que gran razón tiene el cuento! A veces, deberíamos "despertarnos" para poder "ver" dónde está el agujero, lo que pasa es que , tambien , a veces, somos un poco masocas, y nos gusta caer en el agujero.